Y como no hay en mí fin ni mudanza,
nada fue antes que yo, sino lo eterno…
renunciad para siempre a la esperanza

viernes, 25 de noviembre de 2011

EQUIDAD DE GÉNERO


Me acuso de haberte ofendido imperdonablemente, aunque solo lo pensé pero te ofendí y en mi cabeza por un breve instante fuiste una cosa baja y sin importancia. Recuerdo que determiné que tu estado de ánimo debía ser producto de un exceso de estrógeno e incluso pensé que seguramente tenías un quiste que desequilibraba tu producción de hormonas y que nada de eso era mi culpa. 
Transferir la responsabilidad es una acción sencilla y es que "los hombres nunca somos responsables de nada actuamos solo respondiendo a las ofensas que se nos hacen." ¡Que miserable manera de pensar! Sin embargo hagamos un breve repaso histórico a algunas situaciones que normalmente ocurren vayamos a la parte más clara de estas divagaciones, los ejemplos:
  • Me molesta que la gente te voltee a ver pero lo hacen porque te vistes muy provocativa (por eso las violan)
  • Nos es que yo no quiera que hables con nadie, es que te amo mucho y me dan celos
  • Nuestros problemas se deben a que estas con alguien más.
En el primer ejemplo podemos apreciar que además de que se están justificando actos de la más baja índole, también existe transferencia de la responsabilidad hacia la mujer. En ningún caso y permítanme ser insistente EN-NINGÚN-CASO es justificable el abuso pero tampoco es justificable el reclamo que manifiesta cuando dice que la "volteen a ver" 
En el segundo ejemplo nos encontramos con la más nefasta y vil de las argumentaciones que se utilizan con frecuencia para negar derechos, coartar la libertad y recluir; El chantaje emocional, en el que lamentablemente es muy fácil caer y del que es muy difícil salir y lo catalogo como el más deplorable porque utiliza los sentimientos del otro para obtener una satisfacción personal que nada tiene que ver con esos sentimientos.
El tercer caso es un asunto pasivo-agresivo de transferencia de responsabilidad. En él la incapacidad de considerase parte del problema provoca la salida fácil de culpar a otros, es un argumento cobarde, pero es muy significativo ya que al ser un reclamo no violento (aparentemente) marca la pauta del comportamiento  posterior.
Ahora bien, el traspaso de la culpa aligera nuestra propia carga moral pero a costa del sufrimiento oculto de la contraparte y es responsabilidad de cada persona aceptar las consecuencias de nuestros actos. Mucho se ha hablado de la equidad de géneros pero esto no quiere decir que hombres y mujeres cambien la llanta de su auto o que hombres y mujeres por igual sedan sus asientos en el transporte público, la equidad busca recuperar derechos perdidos, no solo perdidos sino derechos que nunca se habían utilizado. Hoy en pleno Siglo XXI nos vanagloriamos de haber obtenido que las mujeres tengan las mismas oportunidades que los hombres tanto laborales, económicas, sociales y civiles, pero en el inter se han olvidado las equidades familiares. Retomo el tema del Blog anterior. Es una lucha que empieza en casa y el amor no debe ser pretexto para permitir vejaciones es responsabilidad de cada una saber  ubicar si están siendo pisoteados sus derechos, la lucha aún es  joven y habrá muchos tropiezos para alcanzar igualdad y libertad. Solo no deben darse por vencidas por difícil que parezca.

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